"Galeano fue un destructor de fronteras y aduanas de la palabra"
En el espacio "Tu Macondo" que cada viernes tiene lugar en Radiocracia para presentar esas "noticias que no le interesan a nadie", Matías Sapegno y Verónica Mac Lennan charlaron con Fabián Kovacic, periodista, docente en la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires y corresponsal en Buenos Aires del semanario uruguayo Brecha, sobre su último libro "GALEANO, apuntes para una biografía", de Ediciones B.
Para el periodista, Eduardo Galeano fue “un destructor de fronteras y aduanas de la palabra. No le importaba pensar si era escritor de ficción, ensayista o periodista. Él consideraba la palabra como un vínculo de comunicación que permitía poner en circulación novedades, noticias, hechos, sentires de la gente. Por eso, en los últimos años y tomando la palabra de un pescador colombiano, él se define como un sentipensante. Porque siente con el corazón y piensa con la cabeza como un todo”.
Remarcó que la coherencia fue el principal valor del escritor uruguayo. Pues “en la década del '60 apoyó la revolución cubana y soslayó algunas arbitrariedades de Fidel y hace poco, en pleno auge de los gobiernos progresistas en América Latina, criticó a Tavaré Vázquez por el establecimiento de las papeleras Botnia, al gobierno de Cristina Kirchner por la instalación de las megamineras a cielo abierto en la cordillera y se comunicó con Correa para que en la reforma constitucional se incluyeran temáticas relacionadas al medio ambiente que no estaban siendo consideradas”.
Para el escritor, todas las épocas tienen sus desafíos y lo importante es cómo respondemos ante él. En ese sentido, sostuvo que Galeano “respondió saliendo a buscar la noticia, la información, la vida que estaba ahí, dando vueltas fuera de ese Montevideo que él describía gris y monótono. Me parece que la clave en el Galeano que todos conocemos y admiramos está en la pasión con la que encaró su trabajo de periodista buscando cosas que, probablemente para otros periodistas sin esa pasión, sin esa fibra, hubieran pasado desapercibidas".
Y agregó: “Él salía de ese Montevideo oscuro a buscar las nuevas pulsaciones que estaba dando América Latina después de la Segunda Guerra Mundial. Con 24 años se fue a China a recorrer esa nueva experiencia revolucionaria que era el gigante dormido, compitiendo por la pureza ideológica con la URRS y el comunismo. También sube a la sierra en Guatemala para entrevistar a los guerrilleros que luchaban contra la dictadura impuesta por la CIA. Se entrevista con el Che en La Habana. Recorre Chile antes de que gane las elecciones Salvador Allende. Galeano estuvo presente en los momentos que consideró claves para América Latina”.