"La Hora del Lobo"
En el espacio "Tu Macondo. Esas noticias que no le interesan a nadie" que cada viernes tiene lugar en Radiocracia, Matías Sapegno y Verónica Mac Lennan entrevistaron a Natalia Ferreyra, directora del corto documental “La Hora del Lobo” que retrata cómo vivieron los hechos ocurridos durante la noche del 3 y la madrugada del 4 de diciembre del 2013 los estudiantes del barrio cordobés de Nueva Córdoba, cuando la policía se declaró en huelga y una sucesión de saqueos se produjo en diferentes partes de la ciudad.
- De los los lugares donde ya se ha proyectado el documental, ¿qué respuestas has tenido?
- La gente quiere que termine la película porque no la soporta, por los discurso que contiene el documental. Mi film toma las imágenes que se registraron desde celulares por los propios habitantes del barrio Nueva Córdoba, que es donde está la mayoría de estudiantes que vienen desde el interior del país. Y esta combinado con entrevistas posteriores a esos mismos protagonistas que registraron los hechos.
Entonces, por momentos se vuelve insoportable ver las justificaciones de los hechos, ver cómo le pegan a los chicos. Al espectador le cuesta digerir el relato y se queda con ganas de seguir hablando del tema. Porque lo que sucedió acá en Córdoba es como si se hubiese tapado un poco. Consciente o inconscientemente. No hubo momentos de reflexión para analizar qué había sucedido.
En ese sentido, creo que la película es una excusa para volver a traer el tema y hablarlo.
Ayer tuvimos función acá en Córdoba y por primera vez hicimos mesa de debate con una antropóloga y un periodista que trabaja sobre estos temas y duró más el debate que la película.
- A través de los testimonios se va creando una ambigüedad. Te genera simpatía y a la vez, rechazo por lo que van diciendo los entrevistados. En la misma entrevista se muestran como víctimas que vienen a ser atacadas y como cazadores de esas personas, ¿cómo conseguiste esos testimonios?
- Salí a caminar el barrio y a charlar con los chicos que me iba cruzando, comentándoles acerca del documental que estaba preparando. Y no hubo mucho problema en encontrar personas que quisieran hablar.
- Lo que no se ve es que haya arrepentimiento…
- En realidad, eso fue una hipótesis. Yo pensaba que para salir con esa decisión a la calle, tenía que haber algún tipo de justificación que pudieran explicar. Lo que sucedió no fue una cosa instintiva.
Costó muchísimo trabajar el relato con tolerancia para poder mostrar la concepción que implican esos discursos.
- ¿Cuánto tiempo pasó desde que sucedieron los hechos hasta que comenzaste a rodar el documental?
- Pasaron 8 meses.
- Hubo un tiempo como para procesar y analizar lo que había sucedido…
- Si, pero muchos de ellos me comentaron que no habían vuelto a hablar del tema.
- Mencionaste que este film te dio la oportunidad de hablar de algo que pasó, que fue muy fuerte pero que no había tenido el debido tiempo de reflexión, ¿por eso elegiste este tema para tu documental?
- Puede ser. En realidad no sé si quería que la gente reflexione. La principal motivación fue querer exponer un modo de concebir al otro a través de este hecho. Qué importancia tiene el otro, qué idea de territorio tienen los habitantes de ese barrio, cómo un estudiante llega a hacer eso.
Nosotros, como estudiantes cordobeses, tenemos sobre nuestras espaldas el tema de la reforma del 18´, el Cordobazo. Hechos históricos en los que la juventud universitaria ha participado desde otro lugar. Entonces también quería mostrar eso, cómo cambian los tiempo, ¿no? Como cambian las acciones.
- Antes de esos hechos, había una construcción del “motochorro” enemigo de la sociedad
- No es un hecho que sucedió solamente esa noche y nunca más. Sino que es algo que viene de años. Y es una construcción que también ha hecho el gobierno de nuestra provincia. Acá en Córdoba rige el Código de Faltas, que permite a la policía detener a las personas jóvenes, sobre todo, que circulan por la vía pública y que la policía cree que puede ser sospechoso. Hace 12 años que rige y en el barrio Nueva Córdoba se producen muchas de esas detenciones a chicos que vienen de otros barrios, de la periferia de la ciudad. Los chicos que si habitan ese barrio, ven cómo actúa la policía. Entonces cuando falta la policía, habría que pensar si ellos no asumen ese poder.
- ¿Vos crees que puede volver a pasar?
- Si. Absolutamente. Anteayer lincharon a un supuesto ladrón en el mismo barrio donde se desarrolla la película. No hay reflexión ni arrepentimiento. O por lo menos yo no lo vi cuando desarrollé el documental. Capaz que ahora si.
- ¿Tuviste la devolución de alguna de las personas que prestó su relato?
- Me junté con uno de ellos a ver el documental. Le gustó, le pareció que estaba bien tratado el tema. Y también me reuní con el chico que defiende a una de las personas que es golpeada. Y él no la quería ver. Le hace muy mal y lo perturba.
- ¿Y de los atacantes?
- Uno de los entrevistados, que es el primero que aparece en la película, me parece que todavía lo sigue procesando, aunque no se arrepiente. Dice en cámara que lo volvería a hacer, que le hubiese gustado agarrar más saqueadores…
- ¿El documental estaba online para ver?
- No. El documental se hizo en el marco de un posgrado de la Universidad Nacional de Córdoba. Y el posgrado hizo un acuerdo con un diario de Córdoba para que estuviera online durante una semana