Juicios de lesa humanidad: destinos
En el espacio "Tu Macondo. Esas noticias que no le interesan a nadie", que cada viernes tiene lugar en Radiocracia, Matías Sapegno y Verónica Mac Lennan entrevistaron a Juan Carra, periodista en InfoJus Noticias, sobre los juicios que se llevan a cabo por el Plan Cóndor y la ESMA.
- Juan, contanos como vienen esos procesos.
La causa ESMA está en el último tramo de lo que sería los alegatos de la fiscalía, que es larguísimo y que arrancó hace dos meses aproximadamente, y la semana que viene habrá el pedido de penas. En la última audiencia que fue el pasado miércoles ya se hizo la calificación penal por los 789 casos que se están juzgando. Lo último que queda es que la fiscalía pida las penas. Después habrá un cuarto intermedio para la continuidad de los alegatos de las querellas, después seguirán los alegatos de las defensas. Esto será ya entrado el año que viene porque va a ser difícil llegar con la feria judicial de por medio
- ¿Pensas que puede afectar el cambio de gobierno en el medio?
- Este juicio no se puede parar a mitad de camino y otros juicios tampoco. Por ejemplo, Base Naval en Mar del Plata, también entra en etapa de alegatos la semana que viene, el juicio CNU también está en proceso avanzado y otros juicios en el país. Entiendo yo que esos juicios no correrían peligro. El punto es qué pasa después, y sobre todo, no solo con los juicios en sí sino con las políticas de estado que garantizan que esos juicios se realicen. Por ahí se circunscribe todo a cuál es la decisión del poder judicial, y por ahí, lo que hay que entender acá es que hay todo un andamiaje de políticas de estado que permiten que esos juicios se realicen, que permiten los acompañamientos de los testigos que fueron víctimas del terrorismo de estado, que permite que tengan acompañamiento psicológico que evita que esas personas lleguen a declarar sin ser revictimizadas y que puedan tener la contención necesaria a la hora de declarar lo que les tocó vivir en los centros clandestinos de detención. Tengamos en cuenta que en muchos de estos procesos las víctimas cuentan por primera vez de manera pública lo que les pasó y lo hacen delante de las personas que fueron sus torturadores o asesinos de sus familiares. Y eso es muy fuerte y está acompañado por todo un andamiaje de políticas de estado. Es decir, hay un montón de cosas que están más allá del poder judicial, que es muy importante sostener y que hay que ver qué pasa con eso.
Dos señales importantes para analizar: la primera, terminado el ballotage, fue una editorial del diario La Nación en el que se pedía explícitamente el cese de los procesos y no solo eso sino que se hacía una comparación increíble entre las organizaciones político militares de los 70´en Argentina con ISIS. Lo cual es increíble, porque están tratando de plantar una idea en la sociedad para instalar la teoría de los dos demonios que fue lo que facilitó la impunidad previa al gobierno kirchnerista. Me parece que ahí hay algo para analizar. Pero me parece que también fue interesante cuál fue la respuesta a esto; los propios trabajadores del diario oponiéndose a ese editorial y también en la sociedad el repudio bastante generalizado, obligando al propio presidente electo decir, en una conferencia de prensa, que las políticas de derechos humanos van a continuar. Me parece que todo está por verse y que es una incognita hacia adelante.
Escuchá la entrevista completa